¿Qué tipo de violencia nos es sugerida cuando
pensamos en ella? ¿qué violencia es desacreditada? ¿Por qué surge?
La violencia es una realidad que va más allá de la
agresión directa, intencionada y física entre personas. La violencia se nos presenta
como un hecho inaceptable, carente de virtud, un acto barbárico propio de la
incivilización que en nuestras sociedades y en la promoción de los valores que
se proyecta en su contra. Mi artículo, a pesar de que se le puede considerar,
no es una oda hacia la violencia. El espanto que solemos mostrar ante imágenes
de mobiliario urbano incendiado, barricadas o cualquier alteración del orden
público es inversamente proporcional al anuncio de supresiones de gasto público
en los servicios básicos de la ciudadanía, reformas laborales que precarizan
las condiciones laborales, despidos en masa, muertes de hambre, gente buscando
en la basura o pidiendo en el metro para dar algo de comer a sus hijos. Hay una
cierta incongruencia, incluso hipocresía, por parte de la opinión pública
respecto a las manifestaciones de violencia. Pero ¿por qué? Se produce un
cortocircuito en el razonamiento de los ciudadanos. Es más fácil juzgar la
violencia subjetiva (emanada de los agentes individuales) que identificar la
violencia objetiva (nacida del funcionamiento y consecuencias de las
instituciones administrativas, jurídicas, económicas, políticas…). Por lo
tanto, la gente institucionaliza una serie de valores adquiridos dada por los aparatos ideológicos del Estado, en
términos de Louis Althusser, que monopolizan la interpretación de esa respuesta
nacida de las condiciones de vida ofrecidas por el sistema predominante y las
represiones ejercidas desde las instituciones. Dada esta monopolización, la
sociedad es alienada de su entorno y realidad y observa los actos como una
perturbación del equilibrio ‘natural’ sin tener consciencia del origen de esta
violencia subjetiva. Como diría el activista Malcom X: “Los medios de comunicación harán que odies a los oprimidos y ames a los
opresores”.
El terrorismo es claro ejemplo de ello, nace como
respuesta en una vertiente ideológica (hacia las estructuras de poder), aunque
ese es otro tema. No hace falta ser de Al Qaeda para observar que; gente es
desahuciada, 1 de cada 4 niños se encuentra bajo el umbral de la pobreza, gente
buscando comida en la basura, trabajadores que se ven obligados a trabajar en
condiciones precarias, reducciones de las pensiones, inversiones en armas
mientras la educación, sanidad e inversión en I+D es suprimida a los ciudadanos
para las aves rapaces que privatizarán los servicios públicos y convertirán el
sufrimiento de los ciudadanos en el lucro de sus bolsillos.
La violencia no me llena de orgullo, ni me causa
placer, pero ésta se ha convertido en la única vía para la voz de aquellos que
han sido ignorados. Ellos obedecen al peor de los amos y el más autoritario de
los capataces: la necesidad.
“El que quiera ser águila que vuele, el que
quiera ser gusano que se arrastre pero que no grite cuando lo pisen”
Emiliano Zapata.Por Razvan Sebastian Pantea.
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