jueves, 7 de noviembre de 2013

Hitler y las elecciones

Hoy, un compañero de clase, que intentaba argumentar que el acceso al voto debía ser condicionado por un examen cultural, ha aludido a la supuesta toma del poder democráticamente por parte de Hitler.
No es la primera vez que escucho esta barbaridad, ni probablemente sea la última. Por eso he querido poner mi grano de arena y explicar por qué esa afirmación es totalmente falsa.
Siendo Alemania una república en la que había un presidente y un presidente de la república,  habiendo celebrado ya la segunda ronda de las elecciones presidenciales (10 abril del 32), y siendo ya Von Hindenburg el presidente de la república, se celebraron en Julio del 32 las elecciones al parlamento cuyos resultados fueron los siguientes:
NSDAP: 230
SPD: 133
KPD: 89
Como puede verse, el NSDAP no consiguió la mayoría absoluta (305 escaños sobre 608). Hindenburg, ante eso, le dió el poder a Papen, que era el que lo ostentaba antes de las elecciones. Y con estos resultados se reiniciaron las actividades del reichstag, que fueron inmediatamente paralizadas por una moción de confianza por parte del NSDAP, y la consiguiente llamada a convocar otra vez elecciones por parte de Hindenburg, cuyos resultados fueron:
NSDAP: 196
SPD:121
KPD: 100
Dichas elecciones, celebradas en Noviembre, habían dado tiempo a los nazis de ejercer terrorismo callejero contra comunistas y socialistas (muy perjudicial para la libertad de las elecciones), junto con el recibo de grandes donaciones privadas al partido.
Hindenburg, al ver que Papen ya no tenía apoyo, nombró canciller a un militar influyente llamado Schleicher. Personaje que no consiguió sostener la república entre la inestabilidad interior y la quema del reichstag por parte de los nazis. Hecho que provocó la suspensión de ciertos derechos constitucionales cuyo decreto impulsó Hindenburg.
Y aún con eso, cuando en el 33 se celebraron las últimas elecciones en las que el NSDAP, tampoco consiguió obtener mayoría absoluta, pero sí la cancillería gracias a Hugenberg del partido nacionalista. Lo cual no era suficiente para acabar con la democracia, ya que se necesitaba un 66,6% del parlamento.
Esto lo consiguieron con una ley que declaró el arresto de 80 socialdemócratas, lo que disminuyó el número de parlamentarios necesarios para obtener el poder absoluto del reichstag.
La ley habilitante, que era la que iba a deponer la democracia, necesitaba el apoyo de Hindenburg, el cual finalmente obtuvo. Y ya cuando Hindenburg murió, Hitler usurpó la presidencia de la república de Weimar, que le daría el poder absoluto.
Es pues, y como podemos observar en conclusión, que no podemos decir que Hitler asumiera el poder democráticamente. Ni en el caso del reichstag, debido al terrorismo y a la quema de éste, ni obviamente en el caso de la presidencia de la república.

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