martes, 24 de septiembre de 2013

El espectro político y la transversalidad (ni de izquierdas ni de derechas)

Hoy en día y ya desde los colegios, se les enseña a los y las alumnas que existe un espectro político con dos costados y un punto medio. Su uso es simple: a lo largo de él se sitúan todas las ideologías.
Pero, ¿cuáles son los argumentos para decidir que el comunismo es la extrema izquierda y al capitalismo es el centro? ¿No se supone que si la base del comunismo es la propiedad pública, el capitalismo (cuya base es la propiedad privada) debería ser extrema derecha? En Karl Marx podemos encontrar un principio de respuesta: “la ideología dominante será la ideología de la clase dominante”. Terminamos también con el mito de "los extremos se tocan".

Ampliando el hilo que seguíamos respecto a la clase dominante en el artículo “La moral dela clase trabajadora” (la manipulación en los medios de comunicación y el uso de la calificación “extremismo”), y siguiendo la hebra de este artículo, las conclusiones de este primer párrafo nos llevan directamente al asunto de la transversalidad, que una vez desmontado el espectro político y su capacidad de manipulación, vemos que los términos “derecha” e “izquierda” son verdaderas armas políticas. Lo que nos lleva a echarle un vistazo a la historia, en la que encontraremos que el discurso “ni de izquierdas ni de derechas” usado ahora por UPyD no ha surgido de la nada, sino del fascismo y el falangismo, que se valían de la farsa del espectro político para situarse como “la tercera vía”. Y que la consigna usada tanto ahora “somos los de abajo y vamos a por los de arriba” en realidad es teoría marxista (comunista).


Es por eso que en un sistema donde los que tienen el poder son “los de arriba”, ser de centro es una redundancia. No es ser neutral ni transversal, sino es ser practicante directo de la ideología dominante. O sea, y como hemos visto, de la capitalista. Lo revolucionario e innovador es, entonces, no atender a espectros políticos ni a discursos intencionadamente manipuladores y filofascistas.

1 comentario:

  1. Esto está bueno. No hay ni izquierdas ni derechas, sino abajo y arriba y el centro no deja de ser parte del arriba; parte de los que nos pisan. ¡Lean, coño, lean K-ntra Kultura!

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